+¿De qué me tenia que enterar? -Le respondí.
-De que Luis y Ana lo han dejado definitivamente.-
+Ah, vaya... ¿y que pasa?-
-Pues que es muy fuerte ¿no?-
+Uhm... supongo. Eran una buena pareja.- Intenté sonreír amablemente de lado mientras liaba mi cigarro, pero me salió una triste mueca forzada.

-¿Y que hay de ti?-
+¿Cómo que qué hay de mi?-
-Si has decidido algo ya... No puedes esperar toda la vida para elegir.-
+Lo sé. Es difícil elegir lo que la cabeza cree que es correcto, cuando el corazón te grita todo lo contrario.-
-Debes de sentirte fatal.-
Suspiré.
+¿Fatal? Fatal es poco, vivo con el estómago en la puta garganta cada día por no saber que rumbo tomar. -
Encendí el cigarro y aspiré el humo profundamente con la esperanza de que la nicotina calmara la ansiedad que me apareció con la conversación.
-Ya.-
Fernan miró hacia la ventana donde sólo se podían ver las gotas colisionando contra el cristal de la misma. Llovía fuertemente.
-Es por Ana ¿verdad? -Preguntó seriamente clavando su mirada en mi de repente.
+¿Cómo va a ser por Ana? -
Dije alzando la mirada al techo intentando guardar la calma mientras seguía dándole profundas caladas al cigarro. Este tema era mi agonía.
-¿Me estas tomando el pelo? Sabes muy bien a lo que me refiero. Sabes perfectamente que desde hace años estas enamo...-

+PARA YA, JODER. ¿Y QUÉ SI ES POR ELLA CAPULLO? ¿CAMBIARÍA ALGO MI VIDA?.-
Me miró impactado. No se esperaba aquella brusca reacción por mi parte. A veces uno no aguanta que le recuerden tanto dolor.
-Lo siento tío no era mi intención, siento entrometerme...-
Inspiré todo el aire que pudo caber en mis pulmones y tras una pequeña pausa lo exhalé intentando calmarme.
+Ella no es para mí. Nunca lo fue y nunca lo será. -Dije mientras seguía mirando al techo de la habitación ahora, más tranquilamente.
-Entonces... ¿Qué harás?-
+Seguir buscando la manera de sacarla de mi mente. Aunque a estas alturas quizás sea mejor que guarde todo en un cajón en algún lugar dentro de mi.-
-Son demasiados años aguantando ya, tío.-
+Son tantos que ya ni lo puedo olvidar, se ha convertido en parte de mi. Y es inevitable, que cada vez que la vea, vuelva a caer y vuelva a surgir todo. Ha pasado ya y pasará continuamente. Esté lejos de ella o no.-
Se hizo el silencio.
Terminé mi cigarro y lo tiré en el cenicero. Después, me pase las manos por la cara intentando evadir mi mente. Pero fue un intento en vano.
-Debería irme, -dijo- es tarde ya. Mañana si quieres nos vemos tío. Y no te rayes mucho. - Me dijo Fernan mientras me daba un apretón en el hombro.
-Si necesitas hablar, ya sabes. Y siento lo de antes.-
Seguidamente se fue a su casa.

Pensando en ella, pensando en mi, pensando en mi vida, pensando en todo...
Con mis demonios... los demonios que arrastro y los que me arrastrarán completamente a mi.
+"Mañana no será otro día, mañana será un día igual al resto".- Y con ese último pensamiento en mi cabeza, al final, me dormí.
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