Tantos días...

... Tantos días con él, que en el momento en el que me separé de aquel chaval, le eché en falta como nunca... Y no sé por qué. Supongo que ya me acostumbre a su presencia, a sus abrazos, a su sonrisa, a sus miradas, a su olor... que ya no se vivir sin él. Quizás sea por eso por lo que le echo tanto de menos.

Pero... ¿por que le quiero tanto?  Yo no elegí quererle... ni que él me quisiera, pero sucedió. Así, sin explicación alguna... Y de la noche a la mañana se convirtió en una de las personas más preciadas que tengo en mi vida, una de las que más quiero. Él es.. la persona que me ayuda a seguir, la que pinta de colores el día con una simple mirada y hace florecer las flores en cualquier época del año con una dulce sonrisa... ¡Ay esa hermosa sonrisa! Esa que me vuelve loca cada vez que me la dedica... esa que me hace tambalear como una gelatina... 

Y sus tonterías... esas que hicieron que miles de mariposas surgieran de la nada en mi estómago, las que hicieron que me enamorara de él. Y es que él es único...